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Procesos en el cerebro y las emociones ante estímulos musicales y sus beneficios como tratamiento en la Musicoterapia.

Audris Franchesca Pérez Concepción

Os voy a presentar un trabajo que hice hace años cuando estudiaba musicología en la universidad de Granada voy a ir publicándolo por partes.

SEGUNDA PARTE

  1. Música y emociones

De acuerdo a lo expuesto por muchos filósofos se puede observar que la música ha sido utilizada desde tiempos antiguos como un medio para mejorar estados de ánimo de las personas que lo necesitaban. Como en el caso de platón el cual decía: «La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo» y desarrolló varias teorías de las cuales podemos destacar la teoría del Ethos según la cual: “La esencia de la música -según la estética platónica- es la expresión de las emociones y disposiciones del alma; por ello posee un gran poder para configurar los hábitos del espíritu: puede servir para el bien y para el mal”1

Como puede notarse, la música se involucra en muchos aspectos de la vida cotidiana de las personas como el cuerpo, la mente, las emociones y hasta las relaciones sociales, ya que puede despertar sensaciones de unidad, lo cual conlleva a un grupo de personas a reunirse debido a un interés común que es la música, como por ejemplo celebraciones de conciertos.

Por otra parte, parece ser que la familiarización frecuente con la música desde muy temprana edad hace que los niños y niñas desarrollen mejor sus habilidades y su concentración, facilitando así un mejoría y facilidad para el aprendizaje de otros idiomas y otras materias en general, así mismo permite una mejora de la memoria (Fernández, 2011). Incluso se ha documentado su la utilidad de la música como Método curativo en medicina (Marcelo miranda C, 2017) dado que, en mucha personas puede ser empleada como método terapéutico en el proceso de recuperación física y mental.

Para comprender mejor cómo funciona la música en nuestro cerebro se deben explicar las emociones de forma más profunda, por lo tanto, hay que destacar que las emociones tienen su centro en el sistema encefálico conocido como el “cerebro emocional”, compuesto por elementos estructurales como la amígdala, el hipotálamo, el hipocampo y el tálamo. Este sistema se encarga de contribuir a poder expresar todo tipo de emociones como la alegría, la tristeza, el asco, la ira.2

Se ha observado que al escuchar melodías o alguna música que nos gusta, se pueden activar una serie sustancias químicas en el Sistema Nervioso Central, las cuales estimulan la producción de neurotransmisores como la dopamina, las endorfinas y la oxitocina, llevando a experimentar un estado que favorece la alegría y un sentimiento de optimismo en general.3 Al parecer, estas sensaciones contribuyen a la movilización de una serie de procesos inconscientes que generan cambios en la actividad neuronal, es decir, estos estados contribuyen a la expresión de emociones, la descarga de impulsos reprimidos o incluso el brote emocional de conflictos o situaciones traumáticas4. En este sentido, la respuesta emocional producida ante los estímulos musicales no son siempre las mismas, sino que pueden ser muy diferentes entre una persona y otra, tanto que podría resultar difícil averiguar cuál es agradable o desagradable es decir, se trata de una experiencia subjetiva, ya que se reflejaría dependiendo de las experiencias individuales vividas.(González, 1999).

Siguiendo esta línea, Se ha comprobado que la música disonante, es decir aquellas que generalmente no suenan de forma agradable, activan la amígdala, el hipocampo y parahipocampo, y los polos temporales, estructuras que tienen que ver con el procesamiento de estímulos con carga emocional negativa. “Por el contrario la música agradable activa la circunvolución frontal inferior, la ínsula superior, el estriado ventral y el opérculo rolándico”. 5

  1. Aplicaciones de la música para regular las emociones: La Musicoterapia

Como hemos visto hasta ahora, la música posee una gran cantidad de beneficios no sólo en aspectos de ocio y de unión social sino que es un elemento que desde la antigüedad hasta nuestros días ayuda a apaciguar las enfermedades del alma.

Vivimos en una época en la que vivimos bajo mucha presión en la que la tecnología avanza a pasos agigantados y el tiempo vuela, sentimos que no tenemos tiempo para nada y descuidamos nuestra salud y las cosas importantes, de modo que surgen numerosas enfermedades del sistema nervioso como el estrés y la ansiedad presentes en el día a día y que cada vez más suponen un gran problema en nuestra población.

Por ello la música se ha convertido en un medio para intentar paliar este mal en la actual sociedad.

“La musicoterapia es una disciplina terapéutica que se basa en el efecto favorecedor de la música en sus distintas variantes para producir cambios positivos dirigidos en especial al área clínica y educacional”.6

Recientemente se ha publicado una revisión en la cual se revisan los efectos de la terapia musical en pacientes con ansiedad. La musicoterapia está orientada a reducir el estrés y la ansiedad para mejorar y cuenta con ciertos efectos.6

Está comprobado que existe una respuesta, fisiológica e involuntaria, es decir, una respuesta natural e inconsciente de nuestra respiración, y la frecuencia cardíaca ante estímulos auditivos de diversas composiciones musicales,7 la frecuencia cardíaca sigue el ritmo de la música, de modo que influye tanto en la relajación como en el sueño.

Hay que mencionar que la musicoterapia tiene beneficios de tipo afectivo y mental apoyando a una mejora del equilibrio psicofísico por la gran capacidad calmante y reconfortante que posee la música.11 Entre sus múltiples aplicaciones se ha estudiado la acción que ejerce sobre el sistema nervioso, despertando su actividad e influyendo en la memoria y la actividad intelectual. Investigaciones neuropsicológicas señalan su relación con los procesos cognitivos y emotivos.8

“El efecto terapéutico producido por la audición de fragmentos musicales específicos, previamente seleccionados y comprobados se denomina musicoterapia pasiva” a diferencia de la “musicoterapia activa” que supone algún tipo de participación en cuanto a la producción musical o expresiones corporales de la música.9

Una de las importantes características de la música es su flexibilidad ya que la música puede ser usada de manera pasiva (solo escuchando), activa (tocando un instrumento), pasiva y activa a la vez (tocando instrumentos y escuchando, e inactiva (silencio absoluto). También puede ser utilizada de manera grupal (socializando) e individual (explorando creatividad y expresión personal).10

“La musicoterapia pasiva de tipo prointelectiva está dirigida a contrarrestar el efecto negativo del estrés, tanto desde el punto de vista de la ansiedad percibida por el sujeto como por el desempeño de sus capacidades intelectuales.” Ya que hay que tener en cuenta que muchos procesos cognitivos pueden verse afectados(atención, memoria, concentración) ante un grado elevado de ansiedad o estrés.11

La música como objeto relajante, posee un ritmo lento y poco marcado, mezcla elementos naturales y electrónicos para recrear un ambiente tranquilo. Pretende evocar una relajación psicofísica amplia. La música barroca ha demostrado producir estos efectos. “La música ansiolítica ha sido diseñada especialmente para pacientes con estados de ansiedad patológica y procura llevar al paciente gradualmente de un estado de ansiedad a un estado de sedación”.12

La aplicación de la musicoterapia posee un variado espectro y ha demostrado ser muy útil para contrarrestar los efectos del estrés, o para prevenir su aparición, ayudando a las personas a recuperar “los niveles basales óptimos de funcionamiento psicofisiológico” y de bienestar, por lo cual “consideramos que esta técnica puede llegar a ser útil no sólo en el marco clinicoterapéutico, sino en la prevención a nivel primario”.13

  1. Conclusión

La musicoterapia es una rama de la ciencia que se ha desarrollado sobre todo en este siglo. Esta ciencia estudia los efectos terapéuticos de la música en los seres humanos. Las personas que se dedican a esta rama de conocimiento se denominan musicoterapeutas y son profesionales con fuertes conocimientos musicales así como también en psicología, anatomía, técnicas de investigación etc.

Hoy en día se realizan investigaciones dentro de la musicoterapia sobre enfermedades tales como Alzheimer, Parkinson, traumatismo de cráneo, autismo, demencia, enfermos psiquiátricos, niños con problemas de conducta, entre otras.14 Gran cantidad de estudios demuestran la utilidad de la musicoterapia en personas con problemas neurológicos. Además, estas investigaciones demuestran que la música ayuda a las persona a ganar control sobre su ritmo de caminar después de sufrir un TEC, ayudan a incrementar la

autoestima, estimulan a formar nuevas relaciones sociales, y se puede utilizar como método de contacto con la realidad.15

  1. BIBLIOGRAFÍA
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  2. Alvin J. “Musicoterapia”. Barcelona Ed. Paidós, 1984; 213. Consultado en: https://www.redalyc.org/pdf/274/27404203.pdf.
  3. Arias Beatón Guillermo. (2009): “La Psicología Educacional y el sistema de educación en Cuba”. Revista Semestral da Associação Brasileira de Psicologia Escolar e Educacional (ABRAPEE). Vol. 13, Nº 1, PP 164. Consultado en: http://www.scielo.br/pdf/pee/v13n1/v13n1a17.
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  15. Mosquera, I. (2013): “Influencia de la música en las emociones”. Realitas, Revista de Ciencias Sociales, Humanas y Artes, 1 (2), PP 38. ISSN-e 2346-0504. Consultado en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4766791
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1 Martín Moreno,Antonio “Fundamentos de la Teoría Musical” en Enciclopedia Salvat de Los Grandes

temas de la Música, Pamplona, Salvat, 1984, tomo 4, pp. 4-33.

2 Navarro, B. “La urgencia de la educación emocional”. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 9 (2); (2007). P 1-2.

3 Mosquera, I. “Influencia de la música en las emociones”. Realitas, Revista de Ciencias Sociales, Humanas y Artes, 1 (2), (2013). 34-37.

4 Betés de Toro, Mariano, Fundamentos de musicoterapia, España, Morata Ediciones, 2000, 397 pp.

5 Gómez Arias M. “Música y Neurología”; Neurología: Publicación oficial de la Sociedad Española de Neurología. Nº1; 2007. P70.

6 Soria-Urios G, Duque P, García-Moreno JM. “Música y cerebro (II): evidencias cerebrales del entrenamiento musical”. Revista de neurología Rev Neurol; 53 (12); 2011; P.741.

7 Alvin J. “Musicoterapia”. Barcelona Ed. Paidós, 1984; 213.

8 Arias Beatón Guillermo. “La Psicología Educacional y el sistema de educación en Cuba”. Revista Semestral da Associação Brasileira de Psicologia Escolar e Educacional (ABRAPEE). Vol. 13, Nº 1, Junio de 2009. P 156-158.

9 Carmen R. Victoria García-Viniegras, Jazmín Rodríguez Martínez, Delfín Barbón Ruiz y Noemí Cárdenas Echevarría; “Musicoterapia. Una modalidad terapéutica para el estrés laboral”, Revista Cubana Med Gen Integr; 13; Nº6; 1997; P. 1.

10 Zárate D Patricia, Díaz T Violeta. “Aplicaciones de la musicoterapia en la medicina”. Revista médica de Chile. v.129 n.2 feb. 2001.

11 Mora Rafael, Pérez Miren, “La musicoterapia como agente reductor del estrés y la ansiedad en

Adolescentes”; Arte y salud; nº18; 2017; P 215-219.

12 Juan Manuel Orjuela Rojas, Efecto ansiolítico de la musicoterapia: aspectos neurobiológicos y cognoscitivos del procesamiento musical.

13 Loroso A, del Campo P. “Biomúsica, Manual de Musicoterapia. Revista Integral Maragal. 371: 1987 P 34-36.

14 Aguilar Rebolledo Francisco. “La musicoterapia como instrumento favorecedor de la plasticidad,

el aprendizaje y la reorganización neurológica”.Plasticidad y Restauración Neurológica.. Vol. 5 nº. 1 Enero-Junio 2006. P 85-87.

15 Hodges. Human musicalityHandbook of music psychology, second edition, IMR press, the University of Texas at San Antonio 1996, 29-6